PASATIEMPOS.

Hace dos años para mi cumpleaños, mi madre y mi hermana me hicieron el mejor regalo que hasta la fecha he recibido; me inscribieron en una clase de pintura y me pagaron el primer mes de clases.

Siempre he sido "habilidosa" con las manos (aclaro que en el más puro y tierno sentido) y a través de los años he tenido innumerables pasatiempos como pintar cerámica, realizar esculturas miniaturas en gises, pirograbar en madera, en fin.

Pero pintar siempre ha sido lo que mas me gusta.... y de lo único en que nunca había tomado clases.

Aunque la maestra imparte clases toda la semana, yo me inscribí los sábados ya que era el horario que mejor se adaptaba a mi agenda.

Y así, el primer día, me presenté emocionada en la escuela y, cual no seria mi sorpresa al darme cuenta de que todos mis compañeros eran ¡NIÑOS! (el más grande de 14 años, la más pequeña de 5).

No tengo nada en contra de los niños, pero confieso que no estoy acostumbrada a convivir con 14 en un espacio cerrado.... Así que en el trascurso de las 3 horas de clase y mientras los ánimos de mis compañeritos iban "in cresendo", sentí como la piel se me ponía chinita y me entraron unas ganas tremendas de salir corriendo (y de soltarme a llorar).

Al terminar ese primer día, estaba segura que nada en el mundo podría hacerme regresar.

Pero lo hice.... y no me arrepiento.

Saltándome el primer mes en que mi maestra me hizo realizar planas y planas de rayitas, bolitas e infinidad de cosas igual de aburridas, según esto para que "soltara la mano", y el cual me sirvió además para ejercitar el arte de la paciencia y para aprender a ponerme al nivel de mis jóvenes compañeros; confieso que mi aprendizaje a resultado muy divertido.

Primero empecé con el carboncillo, técnica apasionante (y realmente cochina), pero en donde pude saber como van las sombras y a dar profundidad a los objetos.... Amén de que también aprendí TODO sobre Harry Potter y sus películas e incluso tuve que fletarme diálogos completos de ellas.

Y lo mejor es que dos chicas de mi edad entraron a la clase.... !Si, adultos¡.

Espero me perdonen por la calidad de la foto, pero la tomé con mi celular.

Este es el primer dibujo que realice con el carboncillo y aunque estoy consiente que tiene miles de defectos, le tengo un cariño especial ya que mis compañeritas de clases fueron las que escogieron el modelo de donde lo copié.

La siguiente técnica que aprendí fue la del pastel.

Esto de pintar con gises se me hace un poco difícil, pero no deja de ser gratificante el ver como sobreponiendo las capas logras crear de la nada cosas hermosas.

Modestia aparte creo que esta pintura es la que mejor me quedó en esta etapa del pastel.... Además que en este período me di cuenta que a Esther (mi maestra) puedes sacarla de sus casillas si inicias guerras de barro con tus amiguitos durante la clase.

Ahora estoy pintando con Acuarelas, apenas llevó dos cuadros, pero ahora si me siento toda una profesional ya que ¡por fin! estoy usando pinceles.

Como notarán las flores y yo estamos empezando a desarrollar una muy gratificante relación (o por lo menos eso quiero pensar).

Nunca creí poder pasarme horas enteras tratando de crear el tono adecuado, o según yo la sombra perfecta y sentirme totalmente relajada.

Además la pintura me ha dejado otra clase de satisfacciones:

Fecha: Sábado pasado.

Escena: Salón de clases 7 niñas y yo.

Samia (9 años) se voltea y me dice de lo más normal: Oye, que bueno que hoy no vino ningún adulto, así nos divertimos mas.

Mujer aburrida (con una sonrisa de oreja a oreja): Si, que bueno que hoy no vinieron.

Sonido de fondo: Carcajadas de Esther.