LA CLIENTE.
En cuanto vi aparece a la menuda y agraciada chica frente al escritorio de mi oficina supe que tendría problemas. Y ahora, 40 minutos después de un monologo interminable y confuso..... Estaba segura de ello. No me malentiendan, soy la clase de mujer acostumbrada a enfrentar con calma y ecuanimidad todo tipo de situaciones. Y también soy la clase de mujer que trata de evitar los problemas..... aunque por norma general, ellos me encuentren. Con resignación levante la mano a fin de que se callará de una vez por todas. - Permiteme ver si lo entendí.- Le dije cansada.- Ayer por la noche estabas caminando sola por la avenida. - Si.- Respondió de inmediato.- Regresaba a casa después de ir al cine con unas amigas y.... - Vale.- La interrumpí.- Y de pronto una niebla extraña te rodeó. - ¡Exacto!.- Exclamo excitada.- Llegó de la nada y me rodeó completamente. No podía ver nada a mi alrededor. ¡Fue tan extraño!, en un minuto estaba observando los escaparates de las tiendas y al siguiente ni si...